Bitácora de fin de mundo (3)
por Rodolfo A. Rico
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Oposición:1
Gobierno:1
Venezuela :0



La pasada semana concluida ayer domingo 13 de octubre los dos grupos en pugna en Venezuela volvieron a presentar sus armas, alejándose nuevamente del incipiente diálogo que parecía iniciarse con las visitas de los representantes de la OEA y el Centro Carter.Las "armas" consistieron una vez más en sendas marchas que superaban el millón de personas. La consigna que convocó a los manifestantes de la oposición fue: "¡elecciones ya!" La del oficialismo "Paz y democracia" pero ambas afectaron en gran medida la posibilidad de diálogo entre cada una de las partes. En la de la oposición porque el grupo más radical de esta tomó la tarima, se peleo por el micrófono y decidió de manera unilateral darle un ultimátum al presidente: o Convoca elecciones o viene un paro general. El domingo y ante una multitud el presidente Chávez lo dejó claro no va a aceptar ningún tipo de referendo antes de la fecha en que lo permite la constitución: A mitad del periodo gubernamental en Agosto de 2003. El juego político parece estar una vez más trancado. Ambos grupos no se reconocen y en sus discursos se refieren al otro como una minoría. Sectores de la oposición hacen cada vez más un llamado a los militares a pronunciarse. El gobierno dice tener las fuerzas armadas bajo su control y a su favor pero de tanto en tanto algún militar de importante gradación renuncia y se pronuncia en contra del gobierno. El último el jefe del Estado Mayor Conjunto.



Chávez al negar toda posibilidad de adelanto de elecciones ha puesto en contra de la pared a la oposición democrática y posiblemente le de más fuerza a la tesis golpista porque la oposición democrática ha estado confrontándose con el gobierno basados en dos cartas fundamentales un referendo consultivo ( y que no es obligante para el gobierno) para solicitar adelanto de elecciones y la solicitud de enmienda constitucional que permita recortar el periodo de gobierno. De estas dos vías evidentemente la mejor , la más democratica, la que incluso podría ser reconocida por los afectos al presidente es la electoral pero es justamente la que está negando el gobierno hasta al menos el año que viene. Esta negación no ayuda en nada a la gobernabilidad del país.



La Coordinadora Democrática parece querer jugarse nuevamente la carta de la paralización de actividades (no se sabe aún si de manera indefinida) para presionar la salida de Chávez. Pero una huelga general lo único que realmente presiona es a los militares porque el Estado venezolano, no es precisamente un estado débil y sin recursos sino que sus principales ingresos proviene del petróleo que cada día tiene mejores precios. Además con una guerra contra Irak a punto de empezar a Estados Unidos no le conviene la inestabilidad regional que generaría un golpe de Estado en Venezuela, uno de sus principales surtidores de petróleo. Por otra parte ¿cuanto podrían aguantar las empresas privadas cerradas en la mejor época del año en ventas por la temporada navideña? Seguramente muy poco. Basta recordar que en la huelga que condujo al golpe de estado del 12 de abril al segundo día ya muchos comerciantes abrían sus locales y la organización que agrupa a los supermercados decidió trabajar por turnos. Por si todo esto no fuera poco, parece que este paro no contaría con el apoyo de los trabajadores de las industrias básicas del país: Petróleo, hierro, aluminio ni el la central de transporte público. En esas condiciones y dando por descontado que los trabajadores del sector público se verían obligados a trabajar, ese paro está destinado al fracaso. A menos claro que se apueste por una salida militar o porque el gobierno pierda los estribos y pase de un autoritarismo más o menos verbal a uno de facto con el consecuente aislamiento internacional.



La única opción que queda entonces es la del reconocimiento mutuo, que el gobierno y, el presidente en primer lugar, se reconozcan como actores válidos e importantes. Que Chávez acepte la conveniencia de un referéndum consultivo para abrir el juego político a la oposición democrática. A fin de cuentas una sencilla suma evidencia que muy probablemente no habría elecciones antes de mediados del año que viene: se requiere un nuevo Consejo Nacional Electoral, tiempo para las campañas del referéndum y posteriormente para las campañas electorales propiamente dichas. Y antes de todo eso conseguir el dinero para todas esas actividades. Estaríamos en campaña electoral nuevamente pero habría una oposición con una salida clara y definida que en este momento no existe que se ve menos posible aún cuando el presidente anuncia que estudia con abogados iniciar, debido al golpe, su periodo de gobierno desde el 14 de abril con lo que presidiría por diez años.Flaco favor a la gobernabilidad.